¿Por qué intentar batir siempre al mercado?

Dicen los expertos que no ha habido un activo de inversión más rentable que la bolsa, por encima incluso del inmobiliario. Se calcula, además, que la bolsa americana ha dado entre un 7% y 8% de rentabilidad histórica y que el IBEX ha dado un 5,1% (Expansión, 2017) en sus casi 30 años.

Con esto entendemos que para atraer a los grandes capitales del mundo hacia el sector social tenemos una misión: batir a la bolsa. ¿Por qué no aspirar a ser más rentables a través de hacer cosas para la sociedad?

La respuesta más evidente está en ese viajero en el tiempo que nos explicó cómo sería occidente hace 2.400 años, Aristóteles. Si leemos “Ética a Nicómaco”, su libro de ética más relevante, y vemos el Libro I, Aristóteles reflexiona sobre por qué es mejor defender a una “polis” antes que defender a un individuo. Esto creo que se puede aplicar al caso de nuestra organización - Microwd -, y al de muchas empresas sociales.

Batir al mercado trae consigo una serie de ventajas. A continuación, presentaré tres:

  1. Para empezar, se atrae más riqueza hacia el sector social. No obstante, si se ofrece un 0% o un 1% de rentabilidad, se atrae a un perfil limitado de inversores o donantes y se ayuda a una cantidad específica de personas, demostrando que invertir en compasión es bueno, que lo es. Pero... ¿y si nos olvidamos de la compasión y la pena por unos minutos, y nos enfocamos en crear relaciones comerciales? Cuando bates al mercado estás comerciando. Las dos partes están al mismo nivel, nadie es mejor que nadie.

  2. Aquí entra la segunda ventaja: batir al mercado dignifica a las vidas que se están mejorando.

  3. En tercer lugar, existe algo mágico cuando la actividad clave de una empresa conlleva dejar las cosas mejor, y es que cuanto mayor la rentabilidad, mayor el impacto social. 

Por presentar un caso práctico, en MICROWD ofrecemos microcréditos a mujeres en la base de la pirámide. Prestamos un 26% de media de tipo de interés (quedando lejos del 70% de media con el que competimos en nuestro sector). Nuestro inversor gana sobre un 7% y nosotros ganamos alrededor de un 5% (dejando otro 5% en el país en el que operamos). Con este modelo hemos llegado a 7.000 emprendedoras y tenemos fondos para dar 50.000 créditos más en los siguientes 4 años. Cada crédito ayuda a generar 2,5 puestos de trabajo en las comunidades locales, lo que indica que ayudaremos a emplear a 125.000 personas en los siguientes 4 años apoyando. Por extensión, a los más débiles de 200 comunidades en 5 países diferentes. Esto no habría sido posible a través de un 1% de rentabilidad, afortunadamente.

Resaltaré ese “afortunadamente” en este último párrafo donde quiero compartiros el orgullo que sienten las mujeres MICROWD cuando devuelven a un tipo de interés razonable y de mercado. El orgullo de formar parte del mercado y de vivir de relaciones voluntarias, no de pena. Es el mismo orgullo que siente un sueco cuando paga sus impuestos y los autobuses funcionan o los niños tienen colegios de alta calidad. Es el orgullo de la persona que siente que es un “Zoon politikón”, ese animal cívico que Aristóteles identificó hace ya tantos años. 

Nuestras mujeres extraordinarias buscan retos en el mundo real y quieren dos cosas: competir y cooperar. Lo pueden ver en las entrevistas en nuestro canal de Youtube. Devolver a alguien a un tipo de interés en el que ambos ganen, ¡eso es cooperar! 

Este artículo está escrito por Microwd, fintech que conecta mujeres emprendedoras en Latinoamérica que solicitan un microcrédito con inversores en España que buscan rentabilidad.

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