Gobernanza con impacto: cómo involucrar a las partes interesadas en la toma de decisiones empresariales

Una buena gobernanza ya no se define únicamente por el cumplimiento normativo o la eficacia de los procesos internos. En el contexto de los Estándares de B Lab y de una nueva economía más regenerativa, el buen gobierno se mide por varios parámetros entre los que se incluyen a quién se escucha para decidir, cómo se rinden cuentas y qué peso tienen las partes interesadas en el rumbo de la empresa.

En esta entrada nos centraremos en uno de los aspectos más transformadores de esta visión: la implicación real y estructurada de las partes interesadas en la estrategia y gobernanza de la empresa.

1. ¿Por qué integrar a las partes interesadas en la gobernanza?

Las partes interesadas (o stakeholders) son todos los agentes que se ven afectados directa o indirectamente por la actividad de tu empresa, o que influyen en ella. Incluyen, entre otras, a las personas trabajadoras, empresas proveedoras o clientas, comunidad local, alianzas estratégicas, administración pública, medios de comunicación, sociedad civil, así como partes interesadas sistémicas como el medio ambiente y las generaciones futuras. Integrarlas en la gobernanza implica reconocer que el impacto no es un efecto secundario, sino una variable central en la toma de decisiones.

Esto permite:

  • Diseñar estrategias más informadas y con menor resistencia.

  • Identificar impactos, riesgos y oportunidades antes de que se materialicen.

  • Reforzar la legitimidad y reputación de la empresa.

  • Establecer relaciones más estables, justas y duraderas.

  • Aumentar el compromiso interno-externo, la innovación y la resiliencia.

2. Cómo empezar: identifica y comprende a tus partes interesadas.

El primer paso es realizar un mapeo de stakeholders adaptado a tu realidad. No se trata de una lista genérica, sino de una mirada contextualizada y estratégica. Realiza un mapa de influencia e interés, lo que te ayudará a priorizar en función del grado de poder y afectación.

Una vez identificadas las partes interesadas, debes detectar canales de comunicación, relaciones actuales así como sus necesidades y expectativas. Además es importante analizar el contexto de la organización con sus procesos, teniendo en cuenta los factores internos (procedimientos internos, jornadas laborales, relaciones entre el personal, etc.) o externos (normativas de aplicación, factores geopolíticos, cambios tecnológicos, etc.) que pueden influir en el mismo. A partir de aquí, analiza impactos, riesgos y oportunidades, aplicando una metodología de priorización para establecer una planificación de acciones de control operacional u objetivos concretos.

Para llevar a cabo este análisis es importante involucrar en esta fase a los stakeholders relevantes (tanto internos como externos) para evitar sesgos y enriquecer el diagnóstico. Involucrar al máximo órgano de gobierno no es opcional. Su papel debe institucionalizarse asignando competencias explícitas relacionadas con la supervisión del impacto y la consideración de los grupos de interés en la toma de decisiones estratégicas. Sin liderazgo desde arriba, no hay gobernanza inclusiva sostenible.

3. Consulta, escucha y cocrea: cómo darles voz de una forma auténtica.

Identificar es solo el primer paso. La clave está en escuchar de forma activa, estructurada y continua.

Acciones recomendadas:

  • Encuestas anónimas (internas o externas) para detectar percepciones necesidades y propuestas.

  • Entrevistas cualitativas en profundidad con grupos clave.

  • Talleres de diálogo o foros de cocreación, especialmente útiles en fases estratégicas o de cambio.

  • Canales abiertos de sugerencias (buzón digital, app interna, etc.).

  • El canal de denuncias es clave: Además del diálogo voluntario, una empresa responsable debe garantizar que cualquier parte interesada disponga de un canal seguro y accesible para expresar quejas o denuncias relacionadas con impactos negativos. Contar con un procedimiento formal de gestión de quejas, con tiempos de respuesta, responsables y trazabilidad, no solo previene riesgos reputacionales o legales, sino que fortalece la confianza y actúa como sistema de alerta temprana.

  • Observatorios de partes interesadas o consejos asesores externos.

  • Otras.

Consejo práctico: La muestra importa. Asegúrate de incluir perfiles diversos y representativos de cada grupo y documenta bien el proceso. Tienes que tener en cuenta que no todos los grupos de interés tienen la misma relevancia y/o capacidad para hacer oír su voz. Es necesario diseñar mecanismos que den prioridad a colectivos con menor poder o mayor exposición al impacto, como personas trabajadoras temporales, comunidades locales o empresas proveedoras pequeñas.

Lo fundamental en este punto es que todas las aportaciones recibidas deben influir en decisiones estratégicas y operativas, con trazabilidad, transparencia y evidencia. Eso es lo que debe garantizar una gobernanza madura.

4. ¿Cómo incorporar la visión de las partes interesadas en la estrategia y la gobernanza real?

La información obtenida debe ser tenida en cuenta en la estrategia de la empresa y en la toma de decisiones. De lo contrario, existe el riesgo de incurrir en la participación simbólica (o “stakeholder-washing”).

¿Cómo hacerlo?

  • Incluye los resultados en el análisis de los riesgos de la compañía, siendo este verificado por una entidad externa para garantizar la independencia de la información.

  • Integra prioridades de los grupos clave en el plan de acción estratégico.

  • Haz partícipe al órgano de gobierno en todo el proceso.

  • Asigna responsables para la implantación, seguimiento y análisis del plan en los plazos establecidos.

Los estándares enfatizan la evidencia documentada. Incluir un resumen ejecutivo del feedback recibido en las reuniones del órgano de gobierno refuerza la trazabilidad, la transparencia y el compromiso. Tiene que haber constancia de que se tienen en cuenta los requerimientos de las partes interesadas mediante evidencias verificables, como actas de sesiones de consulta, registro de decisiones vinculadas al feedback recibido o políticas y planes que incorporen prioridades identificadas.

5. Comunica y rinde cuentas: transparencia y mejora continua.

Involucrar a las partes interesadas no se limita a escuchar una vez. Es necesario establecer mecanismos de retroalimentación y rendición de cuentas periódicas que refuercen la confianza y promuevan la mejora continua.

Ejemplos de buenas prácticas:

  • Publicar informes de avances o de seguimiento del plan de sostenibilidad, con una sección dedicada al rol de las partes interesadas.

  • Realizar balances anuales periódicos y participativos, donde se presenten los logros y aprendizajes.

  • Mantener canales de contacto activos y actualizados, visibles en todos los canales definidos en el plan de comunicación. Incluir métricas de implicación de stakeholders en los indicadores clave de desempeño.

6. Formaliza el compromiso: de la cultura a los procedimientos.

Integrar esta forma de gobernanza en el ADN de la empresa requiere formalizarla en procedimientos internos y documentos clave que serán difundidos a los stakeholders relevantes.

Cómo avanzar:

  • Incluir cláusulas en estatutos, códigos de conducta o políticas que reconozcan el papel de las partes interesadas.

  • Diseñar un procedimiento de comunicación, consultas y participación.

  • Establecer objetivos e indicadores claves para el control del proceso.

  • Incorporar indicadores de participación en los cuadros de mando.

  • Formar e informar sobre las políticas y procedimientos de aplicación a los stakeholders involucrados en el proceso.

A tener en cuenta: si tu empresa está en proceso B Corp, muchos de estos aspectos ya se recogen en la Evaluación de Impacto B, lo que te permite integrar objetivos sociales y ambientales. Impulsar una gobernanza más inclusiva es mucho más que cumplir con un estándar: es una forma de transformar las relaciones, de escuchar antes de decidir, y de asumir la responsabilidad de generar impacto desde el centro de la organización.

Si tu empresa quiere avanzar hacia un modelo más justo, regenerativo y sostenible, empieza por ahí: pregunta, escucha, incorpora y comunica. No hay gobernanza con propósito sin participación real.

Este artículo está escrito por el equipo de la consultora B Corp Galaica, una consultora estratégica especializada en sostenibilidad que colabora con empresas, organizaciones y entidades de toda España ayudándolas a generar un impacto positivo en su entorno y en las personas.

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