Estándares de B Lab al detalle #5: Derechos Humanos

Los estándares de B Lab son el marco de referencia que una empresa debe cumplir para ser B Corp. Desde 2006, B Lab ha evolucionado sus estándares para mejorar su impacto y aportar claridad sobre lo que significa ser una empresa líder, incorporando el feedback y sugerencias de nuestros grupos de interés y otros actores clave.

Para alcanzar estos objetivos, los nuevos estándares exigen que las empresas cumplan requisitos específicos en siete Temas de Impacto. Aunque hemos desarrollado estos nuevos estándares teniendo en cuenta los anteriores, puedes esperar ver nuevos temas y requisitos actualizados en los puntos donde se solapan, diseñados para mejorar el impacto empresarial.

Después de todo, la comunidad B Corp se basa en el principio de la mejora continua.

El Tema de Impacto sobre los Derechos Humanos pide a las empresas que comprendan cómo sus operaciones y cadenas de valor pueden implicar impactos negativos sobre los derechos humanos, y que tomen medidas para prevenirlos y mitigarlos. Este tema de impacto representa una alineación largamente esperada de nuestros estándares con los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos (UNGPs).

¿Cuál es el propósito del tema y por qué es importante en el mundo actual?

La adopción de los UNGP en 2011 supuso un cambio radical. Por primera vez, existía una expectativa mundialmente reconocida de que todas las empresas tienen la responsabilidad de respetar los derechos humanos y deben hacerlo a través de la diligencia debida en esta materia.

En neerlandés, diligencia debida se denomina informalmente anti-wegkijk, que significa no mires hacia otro lado. Expresa perfectamente lo que ha fallado durante tanto tiempo. Las empresas no sabían dónde mirar o, cuando lo hacían, miraban hacia otro lado e ignoraban las cuestiones de derechos humanos.

Más concretamente, la diligencia debida en derechos humanos exige que las empresas actúen con cautela y sean conscientes de los posibles efectos negativos sobre las personas. Esto incluye a empleados, trabajadores de la cadena de suministro, compradores, consumidores y clientes. Es un ámbito amplio y quizá intimidante, pero la clave de la diligencia debida es saber dónde centrarse. Y esto requiere que las empresas operen con los ojos abiertos, siendo conscientes de sí mismas, proactivas y sinceras al analizar cómo sus operaciones repercuten en la vida de las personas. También requiere aprendizaje constante y compromiso con la mejora continua.

Con el tiempo, la diligencia debida en derechos humanos debería convertirse en algo natural, igual que la seguridad alimentaria o la diligencia debida financiera se han convertido en expectativas habituales de las empresas.

Evolución del enfoque y factores clave

Desde el principio, el objetivo fue claro: alinear los estándares B Corp con los UNGP. El reto era que estos principios, como la mayoría de los marcos de derechos humanos, se redactaron pensando en grandes empresas. Una parte importante del proceso fue adaptarlos al contexto de empresas más pequeñas, que representan la mayoría de la comunidad B Corp.

Esto llevó a B Lab a asociarse con Fairtrade International para redactar People and Planet in Business: una guía sencilla sobre cómo las pequeñas empresas y microempresas pueden iniciar o reforzar su diligencia debida. Es la primera guía de este tipo adaptada a microempresas.

Quienes estén familiarizados con los borradores compartidos a principios de 2024 notarán tres cambios importantes:

  • Se ha creado un nuevo requisito para orientar a las empresas que operan en contextos de conflicto.

  • Se han añadido expectativas para que las grandes empresas reparen impactos negativos.

  • Se ha introducido un requisito relacionado con la selección de inversiones.

Puedes consultar un resumen de estos cambios en: Resumen de los cambios en los Nuevos Estándares de B Lab.

¿Qué requisitos destacan por su relevancia?

Uno de los conjuntos de requisitos más relevantes dentro del Requisito 4 de Derechos Humanos es el relacionado con los proveedores. Estos requisitos representan un avance importante en los estándares de gestión del impacto social en la cadena de suministro.

En particular, el Subrequisito 4.5 aborda la contratación de proveedores, una fuente habitual de problemas sistémicos en las cadenas de suministro. Este requisito se fundamenta en el trabajo del Proyecto de Contratación Responsable.

Se establece que las empresas deben alinear las expectativas que imponen a sus proveedores con sus propios compromisos, abordándolo desde una perspectiva legal. El objetivo es fomentar relaciones comerciales más equitativas, evitando la imposición de condiciones desequilibradas o poco realistas. Por ejemplo, los Códigos de Conducta para Proveedores, comúnmente utilizados, suelen exigir compromisos excesivos sin garantizar reciprocidad, lo que genera prácticas contractuales injustas.

Este subrequisito obliga a las empresas a revisar la equidad de sus prácticas de contratación con proveedores. A escala global, este enfoque busca corregir los desequilibrios de poder existentes entre compradores y proveedores, que reflejan, en muchos casos, las asimetrías estructurales entre el Norte Global y el Sur Global.

¿Qué similitudes hay con los estándares anteriores?

El Tema de Impacto sobre Derechos Humanos introduce muchos elementos nuevos en comparación con los estándares existentes. Una excepción destacada son los Requisitos Básicos para Empresas Multinacionales (EMN), que ya incluían la exigencia de tener una política de derechos humanos. Con la actualización de los estándares de B Lab, esto se requerirá para todas las empresas medianas y grandes.

¿Cuáles son las áreas de mayor crecimiento para las empresas?

Este tema garantiza que las empresas avancen en su compromiso con la diligencia debida en derechos humanos. Para algunas, el contenido puede parecer novedoso por el marco y el lenguaje extraído de los UNGP. Sin embargo, muchas ya practican elementos de esta diligencia debida sin etiquetarlo como tal. No parten de cero.

Acciones como proteger a los empleados, mejorar las condiciones laborales en la cadena de suministro y garantizar la seguridad de los productos ya forman parte de esta diligencia debida. Lo que cambia es que ahora se exige de forma más sistemática y coherente. También se espera que las empresas tengan en cuenta un mayor abanico de posibles efectos negativos. Por ejemplo, las que fabrican bebidas alcohólicas o productos azucarados deberán considerar también el impacto en la salud de los consumidores. Igualmente, una agencia de marketing sin una cadena de suministro destacada deberá analizar el efecto de sus servicios sobre las personas.

¿Cómo pueden las empresas empezar a aplicar estos estándares?

A continuación, se indican algunos pasos iniciales que pueden ayudar a poner en marcha el trabajo en torno al Tema de Impacto sobre Derechos Humanos:

  • Descargar una copia de los Principios Rectores de las Naciones Unidas (UNGP) y revisarlos junto con el documento de preguntas frecuentes y la guía interpretativa.

  • En el caso de microempresas o pequeñas empresas, o si existe poca experiencia previa con la diligencia debida en derechos humanos, se recomienda consultar la guía práctica elaborada por B Lab y Fairtrade International.

  • Las empresas de mayor tamaño deberían analizar en detalle los requisitos establecidos y observar cómo se relacionan y refuerzan entre sí.

  • Identificar los requisitos comunes entre los temas de Derechos Humanos y Medio Ambiente y Sociedad (ESC), lo que puede permitir integrar acciones y procesos. Por ejemplo, una consultora puede evaluar simultáneamente riesgos sociales y medioambientales asociados a sus clientes.

¿Por qué los temas de JEDI y Derechos Humanos son distintos?

JEDI (Justicia, Equidad, Diversidad e Inclusión) y los derechos humanos están profundamente conectados. Comparten una misma intención: que todas las personas sean tratadas con respeto y vivan con dignidad.

Sin embargo, se tratan como temas distintos porque ocupan espacios diferentes dentro del ecosistema de la sostenibilidad. Las herramientas, marcos y guías suelen centrarse en uno u otro. Además, dentro de las empresas, suelen ser gestionados por equipos distintos.

Los derechos humanos en el contexto empresarial suelen enmarcarse desde la diligencia debida, centrada principalmente en evitar daños. Esto se basa en los UNGP. JEDI, por su parte, no está vinculado a un marco normativo global, y abarca tanto la prevención de daños como la creación de impactos positivos.

Se espera que, con el tiempo, JEDI y los derechos humanos converjan. Pero por ahora se tratan como temas distintos, aunque estrechamente relacionados.

¿Te gustaría ver un resumen visual de este tema?
En poco más de 1 minuto, descubre cómo las empresas pueden poner los derechos humanos en el centro de su gestión, garantizando condiciones laborales justas, respetando la dignidad de todas las personas y cumpliendo con los estándares de B Lab (V2.1)

 
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