#TechForGood: La intersección entre tecnología e impacto

Cada Revolución tiene su propio protagonista. La máquina de vapor trajo consigo la Primera Revolución industrial; la energía eléctrica nos llevó a la segunda; y los continuos avances en la electrónica y distintas ramas de la computación y tecnologías de la información nos condujeron a la Tercera. Hoy nos encontramos inmersos en la Cuarta Revolución industrial, aquella caracterizada por la conectividad, las nuevas tecnologías y los avances en los campos de la física y la biología.

IoT, Big data, IA, blockchain, robótica, impresión 3D son conceptos que poco a poco van impregnándolo todo: ¿Imaginas hacia dónde nos puede llevar la combinación de todas estas tecnologías juntas? ¿Será hacia un futuro similar a las distopías de 1984? ¿O hacia otro futuro en el que estas tecnologías nos ayuden a cubrir las necesidades básicas de las personas sin dañar los límites del planeta? Es intrigante, ¿verdad? 

La clave para responder a esta pregunta está en el uso que hagamos de la tecnología, en su propósito y en la comprensión del impacto que tendrá su aplicabilidad, entendiéndose la tecnología como la aplicabilidad práctica de la ciencia y la innovación para resolver un problema; y el impacto como el cambio positivo o negativo producido como consecuencia de una acción llevada a cabo por una organización, según la definición dada por el Impact Management Project.

Para acercarnos a este entendimiento, cabe reflexionar sobre la intersección de la tecnología con el impacto, observándose tres niveles distintos:

  1. Orientar su aplicación con el objetivo de evitar daños y/o prevenir externalidades y efectos negativos de la actividad desarrollada. 

  2. Actuar no únicamente con el fin de evitar daños, sino de generar además distintos beneficios para los grupos de interés (stakeholders) de la compañía u organización que emplea la tecnología.

  3. Tener como fin la generación de soluciones que creen un impacto positivo en los grandes retos sociales y ambientales a los que nos enfrentamos. 

En función a estos criterios, podemos definir dos grandes grupos atendiendo al empleo de la tecnología en función de su propósito. De manera general, cuando evitamos daños utilizamos la tecnología de manera responsable; mientras que cuando generamos soluciones estamos utilizando la tecnología para generar impacto: 

TECNOLOGÍA RESPONSABLE

Se trata de aquella tecnología que se utiliza de forma ética y se convierte en un medio para evitar daños o para disminuir el impacto negativo que genera un producto o servicio. Por ejemplo: 

  • Cuidado de los sesgos algorítmicos: El problema de los algoritmos sesgados toma cada vez más relevancia. Y lo hace a medida que la inteligencia artificial gana peso en nuestras vidas, pudiendo acarrear injusticias en materia de justicia penal, contratación o seguridad, entre otras. Por ello, es importante atender al cuidado de los sesgos algorítimicos en distintas etapas: desde la definición del propósito del propio modelo, hasta la toma de los datos de entrenamiento proporcionados al modelo para que éste aprenda, pasando también por la selección de los atributos que queremos primar con el algoritmo. 

  • Consideración de la ética tecnológica: La finalidad de los sistemas de IA que desarrollemos será la de crear una inteligencia beneficiosa para el mundo y las personas, evitando el empleo de estos sistemas para fines que generen impactos negativos. 

  • Eficiencia de procesos: Un aspecto clave donde las tecnologías de datos tienen mucho que aportar es en la eficiencia y optimización de procesos y recursos. La combinación de distintos tipos de datos con algoritmos de machine learning permiten a las compañías reducir su consumo energético, optimizar el inventario adquirido o reducir los kilómetros de su ruta logística. A pesar de tener un impacto directo en la huella ambiental, en estas utilizaciones de la tecnología no estamos solucionando un problema, lo estamos reduciendo o eficientando. 

TECNOLOGÍA DE IMPACTO ORIENTADA A GENERAR SOLUCIONES

Hablamos del uso de la tecnología de manera responsable para beneficiar al planeta, las personas y/o los distintos grupos de interés de la organización que la emplea, generando soluciones a uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos, por ejemplo, los especificados en el marco Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. 

  • Soluciones de acceso a servicios básicos: La tecnología ejerce como solucionadora cuando permite a las personas acceder a servicios que de otra forma no sería posible. Si pensamos en el acceso a educación de calidad, en el acceso al crédito y servicios bancarios, en el acceso a energía sostenible o incluso en el reconocimiento de la identidad de una persona, son problemas donde la tecnología y las soluciones digitales ya están generando impacto positivo. Desde aplicaciones móviles de crédito sin cuenta bancaria, plataformas de microcréditos o servicios de formación online, son muchos los ejemplos del rol de la tecnología en este aspecto. 

  • Soluciones frente al cambio climático: Un ejemplo es la recopilación de numerosas variables relacionadas con el clima mediante la tecnología. Estas variables nos ayudan a entender y fortalecer los modelos climáticos que, a su vez, se basan en un análisis de datos que nos permite extraer información relevante. Es a través de esta información que podemos comprender de manera más certera los efectos del cambio climático sobre nuestro planeta, guiando nuestras decisiones y ofreciendo soluciones orientadas al impacto.

  • Soluciones en el reconocimiento de la biodiversidad: Se trata, por ejemplo, del empleo de tecnología satelital combinada con algoritmos de reconocimiento de imagen con el fin de entender el estado de los cultivos o la deforestación y tomar así mejores decisiones que faciliten la actuación en estos frentes. Son, en definitiva, distintos tipos de algoritmos que nos permiten conocer el estado de la biodiversidad de una manera que antes no podíamos.

Por último, cabe destacar la importancia del uso de la tecnología para la propia medición del impacto: un punto crucial a la hora de tomar decisiones y donde el análisis de datos puede permitir grandes avances que permitan la actuación en tiempo real y la valoración cuantitativa del impacto que generan, por ejemplo, los distintos programas implementados.

El camino del uso de la tecnología con propósito acaba de comenzar, y estamos a tiempo de orientarla a lo que el mundo necesita. Debemos, por tanto, ser conscientes y comenzar por utilizar la tecnología de manera responsable, tratando de no generar más sesgos o desigualdad a través de ella. Sólo después podremos utilizarla para generar impacto, tratando de crear nuevos productos que solucionen los grandes retos sociales y ambientales a los que nos enfrentamos. 

La tecnología, como todo gran poder, también conlleva una gran responsabilidad. 

Artículo escrito por Nacho Rivera y Alejandro Rodríguez

Impact strategists en Paradigma Digital, multinacional española que utiliza la tecnología y la innovación para crear un impacto positivo en el mundo. Su misión es ayudar a las organizaciones a crear productos digitales que resuelvan los grandes retos sociales y ambientales a los que nos enfrentamos.

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